La pereza espiritual es uno de los males mayores en este tiempo de disolución humana; la Pereza lleva al interesado en el camino de la realización, a confiar en cualquier seudo profeta que le prometa la llave maestra que abra todas las puertas de la percepción, sin más esfuerzo que el de pagar una abultada suma de dinero por cursos en los cuales mediante «técnicas espirituales» reveladas, el individuo tomará un mayor nivel de consciencia, resolviendo así, todos sus problemas emocionales y materiales; por lo general esto conduce al neófito a consumir libros de ocultismos, cursos, talleres y paquetes turísticos a lugares sagrados, como las chucherías que se elijen en los escaparates de un «luminoso» shopping center, este accionar le producirá una falsa seguridad de estar invirtiendo en el espíritu, una especie de «shareholder» en acciones divinas que cotizan en el paraíso y que irán multiplicándose en dividendos durante su existencia (o la falta de ella). Inevitablemente luego de agotar todo recurso pago sin obtener resultados satisfactorios, bajará los brazos y esto lo llevará a una suerte de quietismo que le hará considerar que todo es perfecto, que todo es luz desde el concepto banal del amor divino, en la inacción del Alma y la ausencia de propósito mas que el de "respirar" reduciendo la experiencia encarnada a una mero soporte de vida, aun mas básico que el de un animal pues muchos inclusive aspiran a prescindir de la ingesta de alimentos (respiracionismo). También será notable el grado de indiferencia a los males de los seres que lo rodean, o si lo percibe no intentará dar solución ni aliviarlos, alegando que si están pasando por esa situación, será consecuencia de sus propios actos pasados, y llamaran Karma a esta idea tan mal entendida en occidente como "error". En fin, se desinteresará de el mismo, entregándose a la providencia gracias a la entidad superior en la que base su campo de creencias, llamesé: "Universo", "Naturaleza", "Vacío", etc. para facilitarle el acceso a la sanación: física, moral y espiritual, considerando a la Ignorancia como una vía tan segura y certera como la del Conocimiento.
La Pereza corresponde al Fuego en inversión y se opone a la Fuerza.
